No es que haya olvidado el no pensar y dejarme llevar por los péstañeos del azar, es que desde que ando con la pata alza’ por otros lares, tuve que seguir veredas con rótulos más claros para llegar a la otra orilla. A ver si la aventura de ahora me deja un rato para volver a esos pestañeos que me llenan la memoria de momentos gratis e inesperados. ¡Konichiwa!
Algunos pestañeos más recientes: